La admiración, la confianza y el tiempo que pasamos con quienes forman nuestro entorno laboral, pueden generar diferentes sensaciones en cada persona, y tal como ha pasa en muchos casos, la convivencia con una persona durante buena parte del tiempo termina por acercarnos más a ella y sentir que un sentimiento crece en el interior de uno de los dos.
En la gran mayoría de organizaciones, las relaciones sentimentales entre sus colaboradores están totalmente prohibidas y esto se debe a que pueden alterar el orden de las cosas, dividir al equipo de trabajo, además de tener que lidiar con los conflictos y cuestiones personales que pueden surgir entre una pareja.
¿Cómo conjugar ambas cosas? ¿Qué hacer si de pronto empiezas a sentir que ese inteligente director de área es más que un jefe y quieres intentar algo con él? Las respuestas varían según sea el caso, pero existen algunas pautas que seguro te servirán.
Como primer punto ten presente que “adular” no es la mejor forma de ganarte a alguien, puedes ser atenta, pero nunca hasta el punto de querer acaparar toda la atención de esa persona.
Estar muy involucrada en los asuntos del trabajo también es una buena manera de acercarse más a esa persona, pues mientras más puedas aportar a la organización, él sentirá que puede contar contigo, se dará cuenta de lo que vales y el acercamiento fluirá de por sí.
Se de las que no se conforman con lo que hacen durante las horas de labores y complementa información en casa para que puedas discutirla con esa persona; de esta manera se dará la oportunidad de una comida para conversar respecto de esos temas e irse conociendo.
Puedes invitarlo a tus reuniones familiares primero, y más adelante invitarlo a ir a lugares que sabes que a él le encantan, así será difícil que te dé un no como respuesta.
Imagen: Cocina.
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alicia
20 octubre 2010
Oh